lunes, 2 de febrero de 2009

Carta Nº 3

Diciembre 8,


Anoche durante la fiesta te llamé, no se sí en un impulso por sentir que eres real, que eres cierto o solo por probar mi valor ante el descubrimiento de lo que produces en mi piel. Un minuto; tu voz suave y cálida, la grabe en mi cabeza y la recuerdo cuando quiero, la imagino llenando mis oídos con palabras candentes y descaradas como tu. De esas palabritas que llamas "burdas" pero que te excitan tanto como a mi, lo sé.

Hoy solo hablaré de tu voz... tu voz... tu voz... que deliciosa me suena, yo te oigo al otro lado de la línea y mi cuerpo reacciona al estimulo, una reacción desmedida de hormonas se desata y quisiera tenerte en frente y apoyarte en la pared de las ducha, mientras te beso el cuello zafar cada botón de la camisa blanca del colegio... besar tu abdomen, soltar tu cinturón, bajar la cremallera y dejar que mi boca se pose y mi lengua se deslice suavemente por cada pliegue de tu pene, sentir su suavidad, su tibieza, su fuerza... dejarme inundar de ti y escuchar que gimes, que te aceleras, que me aprietas... que pides más.

Como dice esa canción "[...amo dejarte así...]", así... excitado, caliente, con ganas de tirarme, lamerme, tocarme, besarme tantas veces hasta que el cansancio nos venza. Que manera descarada de escribirte y de pensarte, pero se me hace inevitable no hacerlo más cuando me provocas con cada cosa que haces.

A veces también fantaseo que me lees; y me sonrojo demasiado, y cada cosa que lees la haces. ¿Por que escribirte se me hace tan fácil y al oírte no soy ni capaz de decirte me gustas?

Estos pequeños contenidos llenos de malicia y obscenidad son lo único que tengo para recordar cada mañana la lejanía de tu cuerpo, de ese cuerpo que aun no poseo... puedo asegurarte que hasta mis sabanas desean envolverte.

P.D.: Hoy oficialmente me declaro adicta a tu voz. En las palabras burdas que te gustan ya sé lo que es "Un pajazo mental".

1 comentario:

Anónimo dijo...

Te sig leyendo compañera