viernes, 14 de febrero de 2014

Historias Cortas

"Oír tu voz el contestador me hace dudar
de ti no sale nada sin cobrar, es más que un rumor
pides perdón y repites que no es perversidad
hablas de noches sin fin de impunidad..."


Me dejé llevar de la lujuria represada en tus palabras, que surgían de la nada, y sentada allí en el escritorio vinieron a mi cabeza imágenes tuyas, teniéndome contra la pared, pasando tus manos sobre mis senos, lamiendo mi cuello... apretando tu pelvis contra mis nalgas y la humedad derramándose entre mis piernas, moviéndome al compás de tu cuerpo, susurrándome al oído como quieres tenerme.


Imaginé que me cogías con fuerza contra aquella pared de papel tapiz de rosas, acariciando mi vagina, y susurrando en mi oído de la forma más descarada, sin pena sin recato. Te metí en mi cama, te besé, te masturbé, te chupé. Me deje coger como quisiste el cuerpo y la boca.

Me encontré con tu mirada y luego con tu pene, que quería meterse en cada parte de mi cuerpo, me vine sobre ti y gemí de placer, teniéndote dentro de mi cabeza, tu boca amó mis pezones erectos, te dedique cada segundo de mi orgasmo, una y otra vez...

"... otra vez siento la tentación de ceder y perder la razón,
en manos de un putón sin fe ni corazón..."

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